Reír

 El humor no es para reírse «La esencia del humor reside en el hecho de que uno se ahorra los afectos a los que la situación debía dar lugar y se sitúa por encima de esas manifestaciones afectivas gracias a una broma», decía Freud.97 El afecto debería haber sido doloroso puesto que el acontecimiento fue cruel. Pero la manera de representarlo explicándolo con palabras o representándolo con mímica modifica el sufrimiento y lo transforma en sonrisa. Para darle un aire más científico, hoy en día formularíamos la idea de otra manera: hablaríamos de «remodelación cognitiva de la emoción asociada a la representación del trauma». Pero si preferimos ser simples, diremos llanamente que el humor es liberador y sublime, que es «la invulnerabilidad del yo que se afirma y que no solamente se niega a dejarse imponer el sufrimiento del exterior, sino que encuentra incluso el medio de convertir las circunstancias traumatizantes en un cierto placer».98

Cyrulnik, Boris. Los patitos feos: La resiliencia. Una infancia infeliz no determina la vida (pp. 112-113). DEBOLS!LLO. Edición de Kindle.

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